martes, 31 de diciembre de 2013

Graffiti

AHORA QUE LO PIENSO DETENIDAMENTE


“Tal vez pude salvarlo
pero no quise
pedir a cualquier Dios que se salvara”

Escribo esto
esperando sepan entender
que no es –ni quiere ser-una disculpa.
Cada texto, su contexto
termina
por aburrirme y el aburrimiento neutraliza
la piedad.

Aposté

con el azar y perdió siempre.


CAMINO VECINAL

Las miradas se detienen en el animal
que espera ser sacrificado
a pocos metros de cortinas arrugadas
encuadrando un campo desprolijamente arado.
Dejamos caer la cabeza en el respaldo
o en la ventanilla polvorienta
de caminos vecinales.
Oscurece en los arbustos más distantes
allá donde postes y barrancas
nos liberan del paisaje  

CEREMONIA


Las luces de rigor
ejercitan su péndulo
sobre nuestras cabezas.
Durmientes y reflejos se van
perdiendo entre pastos amarillos.
El tren nos observa como brújula
ausente. Carga cuerpos de niebla.

Unimos las manos alrededor del fuego
para no recordar la estación
a la que prometieron llevarnos.  

DATOS PRIMARIOS


Conozco ese paisaje
como las líneas de tu mano.

Detrás del muro se dispersan
pueblitos iluminados por sombras perfectas.
Vimos árboles rotos descifrando
un mapa de piedras antiguas
descifrando tierra empapada
alrededor de fogatas
vimos contornos
demasiado humanos. 

DE MEMORIA 

La ciudad – plagada de guiones –
se quiebra en fotografías
ausentes. Se quiebra
como escenografías desechables
cuando el último espectador desaparece
en medio de personajes secundarios.

Incendiamos almanaques, promesas
desmentidos. Los muros
palidecen de optimismo.

DETALLE 

Los perros guardan la puerta astillada
del refugio: podrían descubrirse
partituras de luz entre los muebles. 

DOMINICAL

Con dental nuevo, custodio
Manzanas lustrosas entre harapos.
Estos cajones, ritualmente apilados
afinan el viento
para que haga lo suyo desde cada toldo.

Un hombre descansa, mirando
nada, lleno de habitantes que se esconden
en puertas abiertas
de par en par abandonadas.

Los cuerpos se reiteran, extraviados
como hilachas de un manto
que no ha pertenecido a nadie.

EN DÍAS COMO ESTE


Las raíces remueven baldosas
en ascensores de la infancia.
En esa cicatriz de ramas
recovecos de verde- a veces ocre –
tijeretean nubes
para que aquel niño
resuelva su collage.
Inventa, incluso miente
cuentos a las hojas.
En el eje, entre el tronco
y su barniz, ni siquiera
tramperos para el viento.

EN HORAS DE LA TARDE

Las casas y su invierno
se recrean en nuestra banderola.
La lluvia baraja sombras
en el vidrio y las sombras beben
luz enjaulada de cortinas.

La lente cambia su mirada: una gota
de pobreza empaña el gesto.
Digo esto
y me ahogo en agujas de arena. 

HALLAZGOS DE RUTINAS


-1-

Sé que puertas clandestinas
revuelven pan y vino de papel
en mi mochilla.

-2-


Una chispa ahoga
balcones incendiados en tinta
por el aire.

-3-
Busco árboles que lloren
hojas negras
para llenar el cajón
y volver a cerrarlo.

INCONCLUSO


Nadie saca leña del árbol caído.
Sus madrigueras huérfanas
se pierden en el gran ojo del monte
donde cualquier memoria es perseguida
por jaurías de pájaros viejos.

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